METAFORA
El antes y el hoy
Y la tristeza que emanaba de sus ojos como viento en primavera hacia sonrojar su alma cargada de la ausencia humana, aquella criatura que un día vino solitaria y callada, sin una nube que cubriera su sutil y despoblado camino sin un sol que quitara su tan oscuro destino.
Era su vida como ciudad en ruinas, alejada del calor humano
Paseándose por el muro de sus miedos sumergida en el devenir de lo desconocido. Luego se inicio la calma de su sentir, al lado de aquel arquitecto de su gran obra, dando un giro a este destino, la experiencia acaba con la incertidumbre, las vivencias con la visión de las cosas y así lo anhelado

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